INFORMACIÓN MANIPULADA Y FRAGMENTADA

Por Alberto Borda, especial para ANC-UTPBA(*)

—¿Qué les sucede a nuestros periodistas de los grandes medios que en un corte de ruta le preguntan a los automovilistas qué opinan de los piqueteros y no acerca de las razones de la pobreza?

Y es allí, en la comunicación de masas, donde los grandes medios manipulan la información, proporcionando imágenes, bombardeos constantes de secuencias. Allí aparece el estereotipo que ellos instalan en el imaginario colectivo: lo van construyendo todos los días hasta convertirlo en el enemigo de la sociedad.

Un ejemplo: las personas de condición humilde en su vestimenta, tez morena, tienen barba, pelo largo o usan aritos son convertidas por los medios en sospechosas de algo, llegando a la conclusión pública de que la delincuencia es sólo de los sectores más desprotegidos de la sociedad, y este concepto termina siendo asumido por muchos “periodistas” que afirman que son causas del delito la pobreza, la deficiente educación, el desempleo, etc.

El rol que juegan los grandes medios de comunicación, expertos en dividir la noticia, fragmentarla, fraccionarla hasta anular los puentes lógicos, donde los hechos no están vinculados con la historia anterior, es muy claro. Lo muestran todo confuso, todo mezclado.

La situación angustiante que viven millones de personas en Latinoamérica y en el mundo se ven influenciadas por la dictadura de los medios de comunicación masivos que imponen que la sociedad debe tener un orden y que no se lo puede alterar.

Todas las sociedades (sometidas a la lógica impuesta de un discurso único) seleccionan a un grupo de personas para someterlas coercitivamente y luego imponerles una pena. Esta preselección del individuo se llama criminalización, y no es por casualidad, sino es el resultado de la gestión de los que nos muestra la TV, los diarios y la radio.

Hoy hay más de cuatro mil personas procesadas en todo el país que están dentro de este estereotipo, que por peticionar y manifestarse son víctimas de la punición del Estado.

Por todo esto, cientos de radios, programas periodísticos, periódicos y revistas barriales, portales de Internet, agencias de noticias, trabajan independientemente de los poderes nacionales, provinciales y municipales, realizando experiencias muy interesantes, que se van multiplicando cada día con un objetivo primordial: construir un nuevo periodismo, democratizando la información.

Como explica en uno de sus párrafos el Informe Mc Bride, de la UNESCO, la información “… tiene múltiples connotaciones. Implica un mayor acceso del público a los medios de comunicación existentes. Significa para las naciones, las fuerzas políticas, las comunidades culturales, los grupos sociales la posibilidad de intercambiar informaciones en un mayor plano de igualdad, sin discriminaciones contra nadie.

“Sin una participación de los lectores, los espectadores, los oyentes en la adopción de decisiones, y en la constitución de los programas de los medios de comunicación social, la verdadera democratización no llegará a ser una realidad”, agrega el trabajo presentado en 1980

(*) Periodista

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