A la deriva

Por Fabián Werner (Brecha, Montevideo)

En el conflicto por la instalación de las plantas de celulosa hay dos planos netos y discriminables: el impacto ambiental de esta instalación y la conducta de los gobiernos argentino y uruguayo ante un diferendo binacional.

No necesariamente los alineamientos políticos en cada uno de los planos son los mismos. Se puede estar a favor o en contra de las plantas y a favor o en contra de la permisividad del gobierno argentino en el bloqueo de rutas internacionales.Pero elevar el conflicto por las plantas a un rango de huelga general insurreccional o convertirlo en casus belli es una derivación grotesca de la lucha de posiciones.

La actitud del gobierno argentino al permitir el bloqueo de rutas internacionales es una indiscutible y grave infracción diplomática que tiene consecuencias dañinas para Uruguay. Pero convocar a la unidad nacional de los uruguayos contra piqueteros, ambientalistas y gobierno argentinos, arengar desde tribunas parlamentarias y mediáticas contra los ambientalistas cholulos y “culitos con brushing”, llamar a una demostración masiva en los puentes, replantear la vieja rivalidad de puertos o promover la instrucción militar de los liceales son formas de echar leña al fuego.

Esta escalada verbal, de ambos lados, y fáctica, por ahora del lado argentino, no puede más que conducir a una irracional mentalidad de guerra.

En los últimos días se han sucedido diversos intentos de mediación de algunos “amigos comunes” a los dos gobiernos que ven con creciente preocupación la escalada de recriminaciones que sobrevuelan el Río de la Plata. Quizás la más significativa haya sido la que emprendió el canciller español Miguel Ángel Moratinos durante su reciente visita a ambos países. Según supo BRECHA, el diplomático planteó una alternativa para retomar el diálogo que incluía la detención de las obras de las plantas en Río Negro –para lo cual contaba con el visto bueno de la empresa española ence– y la realización de un estudio de impacto ambiental en un plazo breve como forma de satisfacer la demanda de información planteada por Buenos Aires. Sin embargo, esta vía estaría desechada debido a la firme posición del gobierno uruguayo en cuanto a que sólo una clara demostración de que las plantas serán contaminantes lo llevaría a resolver la paralización de las obras en la margen oriental del río. De hecho, el director de Asuntos Políticos de la cancillería, Bruno Faraone, aseguró que desde noviembre la administración de Néstor Kirchner plantea una detención de la construcción, a lo cual Uruguay ha respondido que “basta con demostrar por parte de Argentina o de cualquiera que las plantas de celulosa producirían un daño ambiental por encima de los niveles aceptados internacionalmente para que las obras sean suspendidas inmediatamente. Todo hasta el presente indica que no se producirá ese fenómeno, es por eso que no hay motivos para parar nada”, señaló el diplomático a BRECHA.

También existe expectativa respecto a un encuentro que se realizará el 2 de marzo en Brasilia, en el cual el presidente Luiz Inácio Lula da Silva reunirá a varios ministros de su gabinete para tratar diversos temas vinculados a la relación bilateral con Uruguay. En ese encuentro, dijeron a BRECHA fuentes diplomáticas, podría discutirse la posibilidad de una gestión brasileña durante los actos de asunción presidencial de Michelle Bachelet en Chile.

La posible intervención de los demás socios del MERCOSUR en el conflicto estará igualmente en la ronda de conversaciones que el presidente Tabaré Vázquez realizará durante sus visitas a varios países de la región. “Todos, inclusive Brasil, están interesados. El presidente planteó el tema y va a hacer un recorrido de cuatro o cinco días para presentarlo personalmente en Chile, Bolivia, Venezuela, Brasil y Paraguay. La idea es interesarlos en la solución del problema”, dijo Faraone.

Estas instancias cobran importancia luego de que fracasara el intento de Vázquez para que la presidencia pro témpore del bloque (que actualmente ejerce Kirchner) convocara a una reunión extraordinaria del Consejo Mercado Común para que se levantara el bloqueo de los puentes binacionales sobre el río Uruguay; ahora el gobierno decidió doblar la apuesta. Por un lado, decidió recurrir al mecanismo de solución de controversias dentro del bloque. El miércoles 22 la canciller interina Belela Herrera convocó al embajador argentino ante la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), Juan Carlos Olima, para entregarle una carta dirigida al canciller Jorge Taiana pidiendo “el inicio de negociaciones directas” en las que se planteará la “violación de la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos” que implica el sostenido bloqueo de los puentes que unen las ciudades argentinas de Gualeguaychú y Colón con las de Fray Bentos y Paysandú.

El mismo miércoles 22 Herrera viajó a Washington para solicitar, a nombre del presidente Vázquez, la intervención del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza. “Tenga a bien interponer sus buenos oficios ante el gobierno de la República Argentina a fin de que, en ejercicio de su responsabilidad, adopte las medidas necesarias para asegurar la libre circulación entre ambos países”, solicita Vázquez a Insulza en la carta que Herrera le entregará.*

Las medidas de bloqueo instrumentadas en forma permanente hace casi tres semanas han causado “graves daños económicos a nuestro país”, fundamentalmente en lo que tiene que ver con la industria turística y el transporte, señala el presidente uruguayo en su mensaje. En ese sentido, datos manejados por la Asociación de Despachantes de Aduana indican que las importaciones por los puentes de Fray Bentos, Paysandú y Salto disminuyeron en 13 millones de dólares en enero de 2006 respecto al mismo mes de 2005, aunque las exportaciones registraron un aumento de 16 millones en el mismo período. El Ministerio de Turismo, en tanto, informó que el número de turistas argentinos que ingresó por esas vías cayó 6 por ciento en el mismo lapso, y la caída en febrero podría alcanzar el 10 por ciento. En cuanto al transporte de pasajeros, la crisis fronteriza determinó una merma de 25 por ciento en la venta de pasajes, cuando las empresas preveían un incremento del 10 por ciento respecto del año anterior. Según Mónica Sánchez, gerenta comercial del Bus de la Carrera, será imposible para el grupo de empresas que integran este pool de capitales argentinos y uruguayos enfrentar los costos de combustible y personal, por lo que será necesario recortar drásticamente las frecuencias (Búsqueda, jueves 23).

Mientras tanto, según cálculos de la Intendencia de Río Negro,** el número de carpas en el balneario Las Cañas bajó de mil a 50 y el parador en la cabecera del puente General San Martín pasó de servir 100 comidas diarias a solamente diez. Esto determinó el envío al seguro de paro de un buen número de trabajadores vinculados al turismo, asunto que fue especialmente destacado el lunes 21 por el Secretariado Ejecutivo del pit-cnt durante una conferencia de prensa convocada para manifestar su rechazo a los bloqueos en Gualeguaychú y anunciar su disposición a realizar una manifestación en defensa del trabajo nacional.

La definición de la central sindical se tomó en medio de una fuerte contradicción interna, debido a que su actual postura con respecto a los emprendimientos en Río Negro choca con el pronunciamiento del VIII Congreso, de noviembre pasado, en el que se decidió el rechazo a la instalación de las plantas de celulosa. No obstante la realidad llevó a que con el transcurrir del tiempo esa posición perdiera fuerza y se optara por reclamar mecanismos de control a la actividad de las fábricas. La controversia interna se hizo más evidente cuando dos gremios afiliados a la central, el de la construcción (SUNCA) y el metalúrgico (UNTMRA), se pronunciaron a favor de la instalación de ambas industrias. Desde el otro lado de la interna sindical, la Asociación de Funcionarios de utu (AFUTU) reclamó el respeto a la resolución del VIII Congreso por parte de todos los sindicatos afiliados y el lanzamiento de movilizaciones “para la toma de conciencia y la detención de esta situación”.

De acuerdo al integrante del Secretariado Ejecutivo de la central Edgardo Oyenart, el pit-cnt se ha limitado a defender los puestos de trabajo amenazados por las protestas argentinas, pero también ha marcado una postura en favor del ambiente, aspecto al que “no se le ha dado la importancia debida”. En noviembre pasado el pit-cnt emitió un comunicado conjunto con la Central de Trabajadores Argentinos (cta) en el que destacaba ambas preocupaciones, cuando el conflicto todavía no había alcanzado los actuales niveles de crispación. Ahora la central sindical uruguaya retomará los contactos con la cta, pero también propiciará un ámbito de debate con la más oficialista Confederación General del Trabajo (cgt) para tratar de impulsar un acercamiento de ambas partes desde la sociedad civil organizada. Paralelamente, convocará a una reunión de la coordinadora de centrales sindicales del MERCOSUR para plantear soluciones a la crisis.

DISPAREN CONTRA EL MERCOSUR. Quienes sostienen que Uruguay debe “desengancharse” del bloque regional han encontrado terreno fértil para sus planteos. Tanto el senador del Partido Colorado y ex ministro de Economía Isaac Alfie como el presidente del Partido Independiente, Pablo Mieres, destacaron esta semana la conveniencia de que Uruguay pase a ser miembro asociado y no pleno del mercado común, una calidad que hoy ostentan Chile, Bolivia y Venezuela. Entre las ventajas de ese nuevo estatus citadas por Alfie se encuentra la posibilidad de negociar acuerdos comerciales fuera del bloque (por ejemplo el tratado de libre comercio con Estados Unidos) sin consultar a sus actuales socios o evitar discusiones acerca de la eventual formación de un parlamento conjunto.

En una posición diametralmente opuesta se encuentra la directora del Instituto de Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Sociales, Constanza Moreira, para la cual el planteo de salir del MERCOSUR es, además de “oportunista”, “un disparate”. Coincidiendo con Moreira, el también politólogo Gerardo Caetano consideró que el diferendo por las plantas de celulosa es una cuestión “bilateral” y que no debería mezclarse con el futuro del MERCOSUR, porque los procesos de integración “nunca pueden pensarse desde la coyuntura”. Pronunciamientos “patrioteros” como los producidos recientemente en Uruguay (véase el recuadro “Frases célebres”) generan una situación en la que “se mezclan intereses políticos con un nacionalismo de forma irresponsable”, lo cual podría tener peligrosas “consecuencias sociales”. La actual crisis bilateral termina planteando un “escenario absurdo” en el que se corre el riesgo de enfrentar a dos “sociedades, que más allá de lo que hagan sus gobiernos están hermanadas por la historia”.

El conflicto con Argentina “está conspirando contra el mismo MERCOSUR”, admitió por su lado Bruno Faraone, a pesar de lo cual “la prioridad del gobierno ha sido profundizar el bloque. Desgraciadamente eso no depende sólo de Uruguay, sino del conjunto de los socios, pero no tuvimos el eco que hubiéramos deseado en todo lo que va del año”. El director de Asuntos Políticos de la cancillería dijo a BRECHA que el bloque “no tiene hoy la eficacia que deseamos porque Argentina y Brasil toman decisiones bilaterales que no han sido consultadas con los demás socios y que cuestionan las bases del proyecto MERCOSUR. Es por eso que hay una crisis. Pero eso no quiere decir que nuestro proyecto no sea mercosuriano. El MERCOSUR es parte del proyecto nacional y Uruguay hará todo lo posible para que éste tenga existencia”.

CLIMA. El relacionamiento entre entrerrianos y litoraleños uruguayos se ha visto sensiblemente resentido. El hecho más significativo ha sido hasta ahora el (confuso) incidente ocurrido en la mañana del domingo 19, cuando unos pescadores argentinos afirmaron haber sido agredidos a balazos desde la ribera uruguaya del río. Si bien la denuncia realizada ante las autoridades de Gualeguaychú tuvo un inmediato rebote en Uruguay, la Prefectura de Fray Bentos no logró identificar a los responsables de la presunta agresión. De todas maneras, la denuncia sirvió para tomar conciencia de que, de seguir así las cosas, el enfrentamiento político podría derivar en hechos violentos entre ciudadanos de los dos países.

Así lo advirtieron tanto el ex presidente y actual senador colorado Julio María Sanguinetti como el ministro interino del Interior, Juan Faroppa. “Este episodio parece un poquito folclórico, pero en cualquier momento va a haber un incidente en la frontera y nos podemos ver en una situación aun más grave, aun más dolorosa, y no tenemos derecho a hacerlo”, señaló Sanguinetti, al tiempo que Faroppa observó que “se palpita una situación muy tensa” en la frontera, “proclive a que ocurran agresiones que, de concretarse, podrían tener un costo insospechado para nuestro país”.

La tensión ya se había instalado en el río cuando se produjo el desembarco de Greenpeace en el puerto de Botnia, lo cual generó la reacción inmediata del gobierno uruguayo, que trató de “patoteros” y otras linduras a los ecologistas. Fue luego de ese hecho que Vázquez decidió encomendar a Faroppa trabajar en un proyecto para regular el ingreso y la permanencia de extranjeros en territorio oriental, adaptando una norma vigente desde la dictadura de Gabriel Terra. Según explicó a BRECHA el ministro interino, el borrador del texto se encuentra a consideración de la secretaría de la Presidencia.

Otra consecuencia de la “invasión” de Greenpeace: el reforzamiento de la presencia de la Armada en la zona. El área patrullada por la Prefectura de Fray Bentos se extendió de cuatro a diez quilómetros, mientras el número de recorridas diarias pasó de dos a cuatro.


* Recientemente Insulza realizó comentarios laterales sobre la crisis que atraviesa el MERCOSUR, durante una intervención en la Universidad John Hopkins, de Washington. “Es una locura que el MERCOSUR exista desde hace 15 años y no tenga un sistema de resolución de conflictos”, expresó.

** La Intendencia de Río Negro recibió un pedido del Ministerio de Relaciones Exteriores para calcular las pérdidas sufridas por el bloqueo de los puentes, para reforzar el planteo del problema ante la Organización de Estados Americanos.

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