El ex director del Hospital Argerich no se hará cargo de esas funciones. Aceptó un ofrecimiento en un área sensible del Ministerio de Salud de La Nación, pero seguirá litigando contra la Ciudad si el Gobierno apela el fallo de primera instancia
A mediados de noviembre se conoció un fallo de la magistrada Elena Liberatori, del Fuero Contencioso Administrativo porteño, ordenando a la Ciudad restituir a Donato Spaccavento en su cargo de director del Hospital Argerich. Tres semanas después el Gobierno Nacional lo nombró en un organismo descentralizado del Ministerio de Salud. Se trata de la Administración de Programas Especiales (APE), un sector clave que reparte casi mil millones de pesos anuales entre las obras sociales, del cual Spaccavento será “gerente de Prestaciones”. El organismo fue centro de las recientes disputas entre la ex Ministra de Salud, Graciela Ocaña, y el Secreatrio General de la CGT, Hugo Moyano y actualmente está siendo investigando por el juez Norberto Oyarbide en el marco de la causa por la mafia de los medicamentos.
Donato Spacavento se había desempeñando en el cargo, que asumió tras la crisis del 2001, con un breve interregno como titular del Ministerio de Salud de la provincia de Tucumán y más tarde al frente del Ministerio de Salud durante algunos meses en el el Gobierno de Telerman. A este último puesto había renunciado por diferencias con el entonces titular de las finanzas de la Ciudad, Guillermo Nielsen, al comprobar que éste no le iba a otorgar las partidas necesarias para incorporar personal en los hospitales porteños.
El conflicto
“Me presenté a una selección [para el cargo de director del mhospital] y a pesar de que no se trataba de un concurso como se dijo en la campaña y que podían elegir a dedo, quería legitimizar mis antecedentes y trayectoria para poder seguir aportando al Hospital Argerich” —dijo Spacavento en octubre de 2008 al enterarse que había sido separado del cargo. “Pero a partir del abrazo comunitario —y también hospitalario porque había médicos, enfermeras y pacientes— me llamaron para decirme que me aceptaban la renuncia” afirmó el profesional, quien cree haber sido víctima de su “propia ingenuidad” al no haber reparado que podía tratarse de una maniobra como le habían advertido sus amigos. Presentó la renunica confiando en un procedimiento administrativo que las autoridades del ministerio reclamaban como necesario para incluirlo junto a otros postulantes en la lista de candidatos a la conducción del Argerich.
El enfrentamiento con la Administración Macri surgió tras haber hecho declaraciones revelando problemas ocasionados por un nuevo régimen de compras centralizadas que obligó a suspender intervenciones quirúrgicas por falta de insumos, entre otras cuestiones.
La sentencia
“La sentencia de la jueza Liberatori señala en su parte resolutiva: hacer lugar a la demanda, ordenando al GCBA restituya al actor a su cargo de director del Hospital General de Agudos Cosme Argerich hasta tanto se complete el período. Asimismo, el fallo declara la nulidad de todos los actos administrativos tendientes a crear la vacancia artificial de su cargo, con costas a la demandada vencida (art. 62 del C.C.A. y T. III) y diferir la regulación de honorarios de los profesionales intervinientes para el momento de quedar firme la presente decisorio”, consigna la Agencia Télam