Máximo Merchensky violó la ley de Medios Vecinales sancionada por la Legislatura de la Ciudad

Para no desentonar en los tiempos que corren, Máximo Merchensky aporta su propia arbitrariedad violando la ley. Víctimas propiciatorias del funcionario: los modestos medios vecinales, La Urdimbre entre ellos.

El Subsecretario de Medios del Gobierno de la Ciudad puede hacerlo porque la violación (impune) de la ley es una práctica antidemocrática alentada por el Gobierno, sostenida por una justicia cómplice y los mega medios de la derecha vernácula y continental. Aclaremos, sin embargo: la violación de Merchensky puede parecer peccata minutacuando en el país y el continente se cometen tropelías inauditas que habíamos relegado al arcón de los malos recuerdos.

Pero una violación no resulta tal por su tamaño, alcance o perjuicio que ocasiona, lo es por su esencia. Violar la ley impunemente alienta al violador a congratularse por la falta de consecuencias y a escalar el daño.

Máximo Merchensky violó la ley de Medios Vecinales sancionada por la Legislatura de la Ciudad al desestimar el método de cálculo que fija la ley y reducir un 17% el valor del aviso mensual que el Gobierno de la CABA publica en nuestros medios (269 gráficos, webs y programas radiales fundamentalmente). La ley 2587 del 2007 fue votada en forma unánime por los legisladores y promulgada por Mauricio Macri mediante el Decreto reglamentario 933 en el 2009.

El año pasado, la Legislatura de la Ciudad volvió a ocuparse de los medios alternativos, instituyendo el 6 de diciembre como el Día de los Medios Vecinales de Comunicación Social, al aprobar un proyecto del bloque de Cambiemos (ahora denominado Vamos Juntos).

Pero nada de todo esto importó a Máximo Merchensky a la hora de acatar la consigna de reducir gastos,  orden del día en Nación, Provincia de Buenos Aires y Ciudad. No “perjudicó” con sus rebajas al opulento conglomerado mediático, sino a los modestísimos medios alternativos.

Con una inflación galopante, retrotraer el monto de la pauta publicitaria oficial al valor de 2016 resultará en muchos casos en la desaparición de periódicos y revistas, los más castigados por los constantes aumentos de los costos de impresión. En La Urdimbre nos redujimos a la mitad de páginas, aunque nuevos incrementos amenazan su continuidad.

En un país en el que el Gobierno le quita 100 mil millones de pesos a los jubilados inventando un nuevo cálculo del incremento de los haberes, un 80% de los cuales cobra el haber mínimo y enfrenta costos máximos de medicamentos (200% promedio en 2 años), junto a tarifas que en muchos casos resultarán impagables, la embestida del Subsecretario de Medios es harina del mismo costal aunque parezca otra cosa.

Los efectos benéficos de un una ley inspirada en el fomento de voces alternativas será cosa del pasado en el páramo que se avecina.

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