Sin vivienda para todos no hay justicia social

Nuevamente se produce una toma de tierras en nuestra ciudad. En esta ocasión es la búsqueda desesperada de los vecinos de las villas 17 y 20 por mejorar su inhumana situación habitacional.

Las organizaciones populares, a partir de haber resistido al neoliberalismo durante los años ’90, comprendimos que tener un lugar donde vivir no se corresponde con el mercado de bienes inmobiliarios, si no que es el fundamento de la recuperación de la dignidad y la justicia social para nuestro Pueblo.

Frente a los hechos ocurridos en Villa Lugano convocamos a los más amplios sectores de la sociedad, en particular de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a asumir definitivamente la cuestión del Hábitat y la Vivienda como eje central de la política pública con participación popular, hacia una Ciudad para todos y todas.

Si lo que predomina es la interpretación de la vivenda como mercancía, la agenda de las políticas de gestión se inundan exclusivamente de la preocupación por la “seguridad” de los bienes. Se eclipsa así la posibilidad de un abordaje enérgico y decidido contra una desigualdad material y social que tiene, en la cuestión del suelo y la vivienda, su expresión más clara.

Si recordamos al Papa Francisco, cuando exigió “una casa para cada familia”, no podemos permitir que, al mismo ritmo que las villas, siga creciendo Puerto Madero: edificaciones tan monumentales como opulentas, pero vacías de habitantes, sólo ocupadas por el espíritu especulativo del poder económico global que oprime a nuestro Pueblo en todas las latitudes del planeta.

En este sentido, el modelo de ciudad excluyente que profundiza la gestión de Mauricio Macri sólo puede generar que hechos como el del Indoamericano en diciembre de 2010 o los recientes episodios de Villa Lugano sigan repitiéndose.

Ningún discursito eficientista o de gerenciamiento despolitizado, tan propio de la doctrina neoliberal, nos puede confundir. La Policía Metropolitana, cada vez más claramente orientada a la represión de la protesta social, sólo genera más dolor y más muerte entre nuestro Pueblo. Es el accionar necesario para intentar silenciar la natural respuesta popular, la lucha, ante la disminución permanente de los recursos destinados a la vivienda. Todas pruebas irrefutables, sin medias tintas, del rostro antipopular e inhumano del gobierno de Mauricio Macri.

Por eso, desde nuestra lucha, declaramos y convocamos:

• Nuestra solidaridad con los vecinos de Villa Lugano.

• Convocamos a resistir y reaccionar contra cualquier salida represiva al conflicto.

• Condenamos la actitud represiva del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el intento de generar una acción ejemplificadora, como disciplinamiento a la protesta social.

• Convocamos a todas las fuerzas y movimientos populares a solidarizarse y a estar alertas y movilizados frente a los acontecimientos en Villa Lugano.

• A los distintos partidos políticos, sinceramente democráticos, a condenar la idea de una salida represiva o violenta para con las familias asentadas en la toma.

• A los legisladores de la Ciudad, dignos y humanos, a pronunciarse sin eufemismos, por una salida concertada e impidiendo de todas las maneras a su alcance una represión directa sobre esas familias.

• A los funcionarios de los poderes judiciales competentes, a no anteponer el derecho a la propiedad privada a costa del riesgo de muerte de las familias humildes.

• A los miembros de las fuerzas de seguridad, tanto sus mandos como la tropa, a desobedecer la orden de cargar contra compatriotas de nuestro pueblo humilde. Hay mucha delincuencia por combatir, más importante y estructural, que golpear mujeres y niñ@s.

• Al poder legislativo y ejecutivo de la CABA, a realizar de manera urgente, la declaración de EMERGENCIA HABITACIONAL en la ciudad de Buenos Aires, y en consonancia, hacer efectivo el ejercicio del universo de la legislación vigente, tendiente a paliar la problemática de la vivienda, direccionando recursos concretos a tal fin.

• Convocar a la conformación de una Mesa de Acuerdo en donde esté expresada la representación legítima que la toma se dé, la Defensoría del Pueblo, la Secretaría Villera, la Pastoral Social y el Gobierno de la Ciudad, para buscar, encontrar y materializar una salida concertada, sin represión y digna para las familias.

• Por último, a todos aquellos que nos encontramos comprometidos en la lucha por el hábitat y la vivienda digna, a que hagamos todos los esfuerzos a nuestro alcance para profundizar la unidad y la organización de cara a los desafíos y obstáculos que el bloque dominante nos pone por delante.

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