Visita guiada en el Edificio de la ex Munich

CON MELODÍAS DE ÉPOCA. A PARTIR DEL 8 DE ENERO, DOMINGOS DE ENERO Y FEBRERO A LAS 18 HS. 

ex confiteria munich

Con una ambientación musical en vivo de melodías que se escuchaban desde los primeros años de la cervecería Munich, acompañan la visita guiada interpretando canciones de moda entre 1920 y 1950: Silvia Antonic, soprano; Celina Torres, mezzosoprano; Antonio Seoane, tenor; Carlos Koffman, piano. Idea y dirección musical: Carlos Koffman. Diseño y realización de vestuario: Faustino López.Los años 20 están terminando. La guerra se aleja pero no por mucho tiempo. Los pueblos aún tratan de recuperar la alegría y la ganas de volver a creer en un mundo mejor. La presencia europea es muy fuerte en la ciudad del tango. De Juan de Dios Filiberto, Sebastián Piana, Cátulo Castillo, Homero Manzi y tantos otros. Franceses, alemanes, y gente de todas las nacionalidades beben juntos para recordar el país de su niñez en las palabras de una canción. La radio y el cine presentan a Marlene Dietrich, Lucienne Boyer y Maurice Chevalier, a Charles Chaplin y Mistinguett, a Tita Merello y Libertad Lamarque. 1927 es el año de “Metrópolis”, de Fritz Lang, de “Hombre de la esquina rosada”, de Borges, de los tangos “Esta noche me emborracho”, de Discépolo, “Che papusa, oí”, de Gerardo Matos Rodríguez y Enrique Cadícamo, y de “Araca corazón”, de Enrique Delfino y Alberto Vacarezza, el autor de “El Conventillo de la Paloma”. De 1927 es “El cantor de jazz” y el comienzo del cine sonoro. Carlos Gardel graba ese año “La última copa”, de Francisco Canaro y Juan Andrés Caruso y en ese año también es creada la Casa del Teatro, por iniciativa de la señora Regina Pacini de Alvear y del entonces presidente Marcelo Torcuato de Alvear.

Cervecería Munich, casi medio siglo de existencia

Ell 21 de diciembre de 1927, se inauguraba en avenida de los Italianos 851 el emblemático edificio de la cervecería Munich, obra del arquitecto húngaro Andrés Kálnay y actualmente sede de la Dirección General de Museos, dependiente del Ministerio de Cultura porteño.

Leopoldo Lugones, Alfredo Palacios, Alfonsina Storni, Belisario Roldán y Juan Manuel Fangio fueron algunos de los parroquianos habituales de la cervecería que también, según algunos cronistas de la época, fue en varias oportunidades escenario para el canto de Carlos Gardel.

El edificio jerarquizaba el paseo de Costanera Sur, preferido de los porteños durante más de tres décadas y embellecido paulatinamente con significativas obras de arte como la Fuente de las Nereidas o la estatua de Luis Viale.

A su alrededor prosperaban teatros para artistas de variedades, cómicos, cantantes e ilusionistas. En el refinado ámbito de la cervecería se reunían pensadores, personajes de la política, de las letras, del arte o del deporte y cuanto visitante ilustre pasaba por Buenos Aires.

A principios de los ‘70 cerró la Cervecería, acompañando en su decadencia a la del balneario que la había originado. Luego de albergar al Museo de Telecomunicaciones, el inmueble fue cedido a la Ciudad en febrero de 2002 y desde entonces funciona allí la Dirección General de Museos del GCBA.

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