En Puerto Madero usan durmientes de quebracho en reacondicionamiento de vías

El uso irracional de durmientes de quebracho en el siglo XX junto a la extracción de tanino y otras aplicaciones de esta madera desvastó extensos bosques en Chaco y Santiago del Estero. Existen en la actualidad durmientes de acero y concreto (izquierda de la imagen) que reemplazan a aquellos. En Puerto Madero son usados para las vías por donde circulará el tranvía. En tramos paralelos que utiliza la empresa Ferrosur se están reacondicionando las vías con durmientes nuevos de quebracho (derecha) a escasos metros unos de otros.El quebracho necesita más de cien años para alcanzar la madurez. Su poca prisa resulta en una madera dura y muy resistente: quebracho significa “quiebra hacha”. El bosque de quebracho ha sido utilizado en todas partes en una forma cercana a la exterminación. No solamente proporcionan madera para la construcción y leña, sino que siguen siendo hoy en día, la base para la producción de tanino.

En nuestro país, el desarrollo del modelo obrajero – forestal comenzó a principios del siglo pasado a partir de la expansión del ferrocarril —que hizo necesaria la producción de durmientes para las vías férreas— y de la demanda de postes de quebracho para alambrar los campos de la llanura pampeana. Durante el período de desarrollo de este modelo la tierra fue ocupada por compañías de origen extranjero. Debido a su actividad eminentemente extractiva provocaron la deforestación de la zona. “La Forestal” fue la más importante. La película Quebracho mostró los métodos de explotación obrera que practicaron los directivos de la empresa además de haber quebrantado la economía regional al terminarse la materia prima que extraían.

La pregunta que queda flotando es ésta: ¿Por qué una empresa concesionaria del Estado Nacional utiliza todavía durmientes de quebracho nuevos cuando existen alternativas técnicas no destructivas?

Las imágenes registradas por La Urdimbre en Puerto Madero resultan muy expresivas al revelar la extraña coexistencia de estas dos maneras de abordar obras equiparables. El tema requiere, desde luego, más datos que ayuden a comprender causas y consecuencias de esta cuestión.