El Museo Histórico Nacional inauguró nuevas salas

CON EL PROPÓSITO DE RECUPERAR VOCES SILENCIADAS

Fundado en 1889, el Museo Histórico Nacional, en el Parque Lezama acaba de inaugurar cuatro salas nuevas y en 2015 tiene como objetivo continuar con la puesta en valor de todo su patrimonio, en un intento por rescatar voces silenciadas y dar a conocer la diversidad de la historia argentina desde el Virreinato de La Plata hasta el Centenario.

La semana última, el Histórico Nacional se vistió de gala para recibir sus nuevas salas, son cuatro y se reparten entre el período colonial de los siglos XVII y XVIII, los tiempos revolucionarios de 1806 a 1820, las Asambleas Constituyentes y la sociedad de 1810
.
A principios de 2013 el Histórico Nacional sólo tenía tres salas, el 75 por ciento de la superficie funcionaba como depósito y gran parte de las colecciones no estaban a la vista del público. La recuperación impulsada en el último año puso en valor no sólo el edificio y el patrimonio -durante años estuvo fuera de la vista y archivado- sino que repensó el relato historiográfico del museo.

Lejos de esa construcción de la historia basada en los grandes hombres, el museo de la calle Defensa al 1600 se propuso reflejar el accionar de unos cuantos actores que fueron invisibilizados durante generaciones. “Hemos intentado incorporar el rol del pueblo, el de las mujeres, el de los soldados y no el de los generales”, cuenta a Télam su directora, Araceli Bellota, quien asumió su conducción en abril de último año.

Tanto es así que la sala de la Revolución de Mayo lleva en una de sus paredes una lista de todas las mujeres de las provincias que “contribuyeron a la formación del ejército de la Independencia”, cuyos nombres van acompañados por las donaciones que cada una realizó, desde dinero hasta sacos de galletas.

Pero además de estas voces contenidas, “hemos incorporado el protagonismo de las provincias en cada uno de los tiempos históricos; había un discurso más bien porteño, aristócrata, una historia de grandes hombres y hemos intentado ampliarlos de esta forma y lo vamos a hacer en cada período que nos falta”, señala Bellota, también a cargo de la Dirección Nacional de Patrimonio y Museos.

Concebido como el “Panteón de la Patria” donde se guardaban y veneraban las reliquias de los próceres independentistas y creado en 1880 en una época marcada por la búsqueda de la unidad identitaria y la constitución de la Nación, el Museo Histórico Nacional permaneció al calor de un discurso uniforme y monolítico, que ignoraba los conflictos y la diversidad al interior de la sociedad.

El Bicentenario llegó y un par de años después, el Histórico Nacional volvió a levantarse con el desafío de ocupar el lugar que supo tener en el siglo XIX, aunque esta vez con un espíritu reformulado que no olvida el carácter federal y heterogéneo de los protagonistas de la historia argentina, reinvidicando así numerosos sectores sociales olvidados por las interpretaciones más elitistas.

“Cuando llegamos aquí -explica la directora del museo- no hemos querido desarmar ninguna sala hasta poder reemplazarla por otra: ahora los tiempos federales y la Vuelta de Obligado se incorporan a ese tiempo histórico que le corresponde, y después seguiremos con pueblos originarios que es por donde va a comenzar todo el relato del museo”.

Pueblos originarios, tiempos federales, la época pos derrocamiento de Juan Manuel de Rosas y las presidencias históricas seguirán el curso de relato historiográfico en el Museo Histórico Nacional. Ya a está todo listo para empezar a ser reconstruido bajo nueva mirada a partir del patrimonio y la documentación histórica, teniendo como guía la multiplicidad de actores que dieron forma a la historia argentina.

Con los bienes todavía no exhibidos que posee la casona de Parque Lezama, el desafío que encararon fue el de “armar una reserva visitable, esto no quiere decir que esté abierta al público, si no que en determinadas ocasiones se puede visitar. Hoy el patrimonio está todo ordenado, digitalizado y colocado en soportes correspondiente y en espacios determinados”, señala Bellota.

En su recorrido por el museo, el visitante encontrará la sala de Pianos, con instrumentos musicales de la familia Escalada, María Sánchez de Thompson y de Eduarda Mansilla; la “San Martín de puño y letra”, junto con el San Martín Interactivo -un daguerrotipo del prócer que dialoga con el público visitante-, el Patio de Cañones, el Espacio conmemorativo de efemérides en el hall de entrada, la sala de Tesoros y los cuatros espacios recién inaugurados.

También se cruzará con el sable del General San Martín, la bandera de Macha que acompañó a Belgrano al Alto Perú en 1812 en la lucha contra los Realistas, la cigarrera de Mariano Moreno, la espada del virrey Cisneros, el reloj de pie a péndulo de Bernardino Rivadavia y otros tantos objetos, partituras, vajillas tradicionales del siglo XIX, armas, paraguas del Cabildo, prendas gauchas, tarjetas postales, pinturas y esculturas, por nombrar sólo algunos.

El próximo desafío, según Bellota, “si todo va bien”, es llegar a 2015 con todo el relato completo hasta el Centenario -hasta ahí llega el patrimonio que aloja el museo-, episodio que invitará al visitante a ir del Histórico Nacional al Museo del Bicentenario detrás de la Casa Rosada, para seguir recorriendo la historia del pueblo argentino desde la colonización hasta el presente. (Fuente: Telam)

Dirección: Defensa 1600, San Telmo. Teléfono: (54 11) 4307-4457 / 3157 E-mail: [email protected]: de miercoles a domingo y feriados de 11 a 18 hs. Entrada gratuita.

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