LA NOCHE QUE LIBERARON A LOS PRESOS DE LA LEGISLATURA

Por Beatriz Blanco, Agencia R. Walsh

Eran las 8 de la noche del 7 de septiembre y se había confirmado que estaban libres “Están saliendo de la puerta del Tribunal Oral Criminal 17, en Lavalle y Diag. Roque Sáenz Peña” dijo una voz entrecortada en el teléfono sin creer todavía lo que estaba diciendo. La noche anterior la misma voz había alertado sobre la liberación de Ojeda. “No sabemos cómo viene la mano, esperemos a mañana para ver qué le pasa al resto.”

Había viento, mucho viento a las 9 de la noche y desde Lavalle y Uruguay se divisaban cerca de cien personas que se agrupaban, se abrazaban, posaban para las fotos, sonreían. Unos iban de aquí para allá haciendo una colecta, otros preguntaban ¿y esta noche dónde dormís?.

Jorge Nieva uno de los liberados apareció de repente con sonrisa amplia y las manos extendidas. Luis Bonomi, abogado del CeProDH estaba a su lado y recibió las primeras preguntas: ¿hubo cambio de carátula? ¿Por qué cambiaron al fiscal? ¿El nuevo fiscal le pidió la excarcelación a la jueza Aurora Moral?¿Qué dice la nueva carátula? ¿Están ya los 15 en la calle?

LUIS BONOMI, ABOGADO
—Sí, —respondió Bonomi— salvo los que están internados que también han quedado libres.
—¿Qué lectura política hacés de este giro en la causa? Amén de la proximidad de las elecciones en octubre?
—Puede deberse a las elecciones en octubre y que no quieran asumir el costo político en un juicio oral donde se iba a demostrar que esta causa había sido inventada, y también de que se venía haciendo mucha presión con la huelga de hambre, los organismos también habían salido a reclamar. Hubo muchas movilizaciones por su libertad. Para mí una mezcla de ambas cosas. Anoche mismo, estábamos reunidos todos los abogados para hacer el ofrecimiento de prueba y nos llamaron para avisarnos que había salido Ojeda con una probation. Suspendimos la reunión y dijimos: “nos vamos mañana a primera hora y averiguamos”.

Había electricidad en el aire. Risas, abrazos, colectas para que cada uno vuelva a su casa. Risas y abrazos. Una voz que decía: ” Una parte se va con Daniel, Jorge va se va con…”

LUIS ALBERTO ORELLANA, ABOGADO
Luis Alberto Orellana, abogado de la Liga por los Derechos del Hombre y defensor de Jorge Nieva conversaba con un grupo de amigos y compañeros y recibió la pregunta de rigor.

—¿A qué atribuis este giro en la causa?
La movilización, las huelgas de hambre de los compañeros fueron importantes pero la nueva carátula no deja de desconcertar. No obstante eso, predomina la alegría de verlos en libertad. Nos resta demostrar su inocencia en el juicio oral y para eso seguiremos trabajando.

TOMAS DEVOTO, LEGISLADOR PORTEÑO
Tomás Devoto, legislador porteño de Movimiento por un Pueblo Libre estaba cerca de otro grupo a punto de sacarse una foto.
—¿A qué atribuís políticamente este giro en la causa que permitió que los compañeros estén en libertad?
—Yo creo que se debió a la difusión y a empezar a sacar a la luz la verdad de lo que le estaba pasando a estos compañeros; al armado de esta causa ilegal, injustificada, una aberración desde el punto de vista jurídico. Me parece que la huelga de hambre de los compañeros, la movilización y la campaña de esclarecimiento ha mostrado que ya no podían sostenerla más. La opinión pública se dio cuenta que eran inocentes. Ahora, hay que pelear para que se dé fecha de audiencia pública y van a probar que son totalmente inocentes.

“Se juntaron 94, 65 pesos” gritaba quien estaba haciendo la colecta para que los presos se fueran a sus casas.

CARLOS H. SANTAMARIA, LIBERADO
Le preguntamos a Carlos Hernán Santamaría (22) uno de los liberados:
—¿Qué vas a hacer ahora?
—Ir a casa, a ver a mi mamá y a mi papá. Los extraño un montón y seguir trabajando.
—¿Vas a dar el examen para ser chofer de colectivo? (recordando su deseo de ser colectivero, expresado en la última visita a la cárcel, 4 días antes)
—Bueno, empezar de vuelta, después de todo lo que me tocó vivir. Seguir luchándola.

—¿Vos ibas a aceptar la probation?

—Yo sinceramente vine para aceptar la probation porque no aguantaba más, no aguantaba un día más en Devoto. Es una tortura estar ahí todos los días, estar encerrado. Venía a firmar la probation para salir, sabiendo que soy inocente, la iba a firmar igual para estar devuelta con mi familia.
—¿Qué cambió en vos después de esta experiencia? Supongo que hay un antes y un después.
—Son muchas cosas, pero lo que más rescato es lo familiar, los afectos. Y el convencimiento de que en la justicia argentina no se puede confiar.

ADOLFO R. SANCHEZ, LIBERADO
Se acerca Adolfo Rafael Sánchez, (23) otro de los presos liberados, y dice: ¡ “Qué bueno que esté acá.”! Le contestamos: “Qué bueno que estés acá”.
—¿Vas a ver a tus hijos?
—Sí, mañana los llevo al jardín. Ya avisé.
—¿Fue tu primera decisión en libertad?
—Si, la primera decisión en libertad.
—¿Qué cosa ya sabes que te cambió esta experiencia de estar preso?
—¿Qué es lo que me cambió? O ¿Qué cosa quiero cambiar de todo esto?
—Bueno, esa es una pregunta más interesante. Entonces ¿Qué querés cambiar de todo esto?
—Quiero cambiar, no mi forma de ser, sino mi forma de pensar. Quisiera cambiar un montón de cosas. Cambiar, ahora mucho no se puede, ahora hay que esperar, disfrutar de la familia, disfrutar la libertad. Ayudar a la gente que nos ayudó. Eso fue lo más importante para nosotros estando presos porque los teníamos a ustedes (los periodistas populares) y, a los organismos humanos y bueno, fueron los que nos ayudaron y se merecen todo nuestro apoyo. Eso.
—¿Estabas de acuerdo en aceptar la probation? ¿Qué pensabas cuando venías del penal de Devoto a aquí, al tribunal?
—Pensaba que era una estrategia del gobierno para que no le hiciéramos juicio. Era una forma que ellos tuvieron de sacarse de encima a nosotros. Al tenernos un año y dos meses presos. Se aprovecharon de nuestra desesperación por la libertad.
—¿Hubieras aceptado la probation o querías seguir hasta el juicio para demostrar tu inocencia?
—Me gustaría demostrar mi inocencia y demostrarle que soy un ciudadano más y que tengo derechos, que me gustarìa hacerlos valer, que allá adentro no los podía hacer valer y voy a tratar de hacerlos valer ahora que estoy en la calle.

MARIA DEL CARMEN IFRAN FERREIRA, LIBERADA
María del Carmen Ifrán Ferreira (55) liberada de la cárcel de Ezeiza, iba de aquí para allá, consultando, contestando.
—¿Carmen, a qué atribuís este giro en la causa?
—Yo creo atribuirle a esto, como que… como una suerte. Desde que caímos en esta sala y hablé con la jueza, creí en su palabra. Yo creí en su palabra, hoy en día doy fe de que es así. Ella me dijo el viernes pasado, va a haber algo, pero no lo puedo determinarlo hoy, en el momento. Bueno, hoy en día estoy acá en libertad.
—¿En qué te cambió esta experiencia? Porque debe haber un antes y un después ¿no?
—El después, de lo que viví yo quisiera sepultarlo, porque lo que me queda de allí es un espejo roto, lo que no podés armar nunca más. Lo de ahora quiero rescatar a la gente que ha estado a mi lado, agradecerle, pero todo lo que quiero es llegar a estar con mi hijo, acariciar a mi hijo, besarlo, olerlo y volver a mi propia vida, a lo que era, una persona. Porque simplemente me pasó esto por pedir trabajo, simplemente seguir la lucha de todo ser humano, mantener la familia.

EDUARDO M. RUIZ, LIBERADO
Eduardo Marcelo Ruiz (31) Ruiz también recientemente liberado, más tranquilo, tal vez por eso de ser santigueño, no se movía de su lugar mirando de un lado a otro. Nos acercamos y le preguntamos.
—¿Vos tenías idea de aceptar la probation?
—En el primer momento cuando me lo dijeron no dudé. Después me acosté, pensé, pensé en mis hijos y pensé que sea como sea me tengo que ir. No me interesaba en ese momento salir limpio o sucio, me interesaba salir y poder estar con mis hijos.
—¿Y ahora que te significa esta situación en cuanto a que vas a poder probar tu inocencia en juicio?
—Ahora, estoy con más fuerza todavía para demostrarle el día del juicio que se equivocaron con nosotros. Se equivocaron. No somos delincuentes, somos trabajadores, todos pibes trabajadores.
—¿Vas a recuperar el puesto de venta en la calle?
—No lo sé todavía, espero que sí. Yo quiero seguir trabajando, hace diez años que trabajo vendiendo en la calle y es lo que me gusta ser, trabajar en la calle, ser vendedor.
—¿Qué te cambió esta experiencia?
—Mucho, la forma de ver las cosas. Las pequeñas cosas, las cosas que eran antes insignificantes para mí, ahora tienen un valor inmenso.
—¿Por ejemplo?
—Por ahí, esas dos o tres horas que me iba a la casa de mis amigos y no estaba en mi casa con mi hija, y entendés. Decía “más tarde a estar con mi hija”. Y derrepente en la cárcel la vi cuatro o cinco veces en lo que va del año. Entonces ahora pienso que antes de irme a estar una hora con mis amigos, estoy una hora con mi hija.

Nos habíamos visto con Ruiz, cuatro días antes en la cárcel y nos contó que su hija, Anahí (4), lo visitó en tribunales, cuando días atrás lo llevaron al juzgado. La chiquita llegando ya, el final del encuentro, les dijo a los policías cuando le indicaban a su padre que debía irse al penal: “¿no se dan cuenta que estoy en horario de visita con mi papá?”

—¿Te referís a Anahí (4)?
—Si, Anahí, la que más sufre. Y ahora está el bebé Ezequiel, que tiene 20 días y lo ví 15 minutos.
—¿Qué otras cosas te cambiaron?
—Antes, cuando veía disturbios, pensaba “por qué no los meten presos a todos”. Que están cortando calles, cortando puentes. Antes todo eso me pasaba por encima, me daba bronca. Ahora que me pasó esto, lo veo como que está bien porque están demostrando que el país no está bien. Por eso están saliendo a manifestar. Antes eso yo no lo veía. Están haciendo un reclamo justo.
—¿Tu abogado es Bonomi?.
—Si es Bonomi. Igualmente, les agradezco también a todos los abogados, porque desde el primer momento estuvieron acá. A mi me representa Bonomi, pero también hay un grupo de abogados más otra gente, que si no hubieran estado ellos, esto no hubiera sido posible. Muchas gente atrás, mucha gente que no conocía, conocí gente maravillosa, me hice de amigos, gente que no conocía y que aprendí a convivir. Llevo tres días sin dormir, duermo de a ratos. Estoy como en el aire. Porque no me imaginaba nunca esto.

MARCELA SANAGUA, LIBERADA
Marcela Sanagua (28) liberada ese día estaba que estaba saltando de aquí para allá, respondiendo entrevistas y sacándose fotos junto a sus compañeros, esto nos decía:

“A mi la probation no me gustaba porque es como que me haga cargo de algo que yo no hice. La persona que es inocente no tiene miedo de ir a un juicio y tampoco tiene miedo de enfrentarse a la realidad. Por eso nosotros sí queremos juicio, siempre y cuando sea legal y sea justo y que ellos no inventen nada y que muestren las cosas tal cual pasaron.

—¿Qué te cambió esta experiencia?
—La verdad que lo de hoy no me lo esperaba. Yo estaba en la unidad 31. Me dijeron: “Sanagua, Meira, rápido, Tribunales por fuerza pública”. No entendíamos nada. No pude llamar a nadie para avisarle. Cuando llegamos, a las dos de la tarde, renerviosas, porque hasta las 5 de la tarde cuando llegaron los abogados no sabíamos por qué estabamos en Tribunales.
En este tiempo de un año y dos meses, maduré mucho, y voy a luchar beneficios de cada uno de nosotros. Yo tengo 28 años, pero mis hijos son chiquitos, y yo quiero un mundo mejor para ello, no esto. Tenemos que cambiar la justicia, el gobierno y la forma de actuar que tienen ellos.
—¿Vos pertenecés a AMAR? Te sentiste contenida por tu asociación?
—Si, por AMAR y por cada una de las personas que estuvieron con nosotros. Les estoy muy agradecida por todo lo que hicieron y vamos a seguir luchando. Y cualquier cosa que ellos necesiten yo voy a estar ahí, como ellos estuvieron conmigo este año y dos meses.

JULIO JAURES, VENDEDOR Y MILITANTE DE DD. HH.
Julio Jaures, un vendedor ambulante y militante de los derechos humanos que religiosamente, todos los lunes, llevaba junto a los bolsos con los alimentos que aportaban distintos organismos, una palabra de aliento, una idea para seguir adelante, se alejaba junto a los otros rumbo a la sede de la Liga por los Derechos del Hombre.

—¡Julio! ¿Qué nos podés decir de esta sorpresa?
—Ayer, cuando se comentó yo lo tomé con pinzas porque, ya otras veces había habido rumores y no fueron satisfactorios y queríamos confirmarlo hoy. Y hoy, cuando estaba en la Liga por los Derechos del Hombre, que supuestamente teníamos una reunión 18.30 para ver bien, bien cómo eran las cosas, llega la noticia de que están saliendo todos. Y me agarró un nudo en la garganta.
—¡Y tanto llevar bolsos a Devoto!
—Parecía que salía yo, mirá. Y bueno, todavía estoy cayendo de la palmera.
—¿Cuál es tu lectura política acerca del giro que tomó la causa?
—Habría que mirarlo más a fondo pero me parece que hay mucho quilombo de luchas por todos lados, eso hace que el gobierno tenga que retroceder. Cuidar la plaza, que no se la pisen y tiene que ver con la movilización. Tiene que ver con lo mismo. El gobierno tanteó, y ve que no está tan fuerte, tan duro y que no tiene tanto apoyo de la sociedad como pensaba. Me parece que tiene que ver con eso. Y si acá las luchas seguían, y lo más probable es que sigan llevando el tema de los presos iba a ser un quemo muy grande para el gobierno.

Ya eran las 10 de la noche, no quedaba nadie en la esquina de Lavalle y Diag. Roque Sáenz Peña. El viento ya era frío y las puertas del Tribunal Oral estaban cerradas y mudas.

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