Tránsito pesado: ¿Un nudo gordiano?

NOTA EDITORIAL REVISTA LA URDIMBRE NRO.66, JUNIO 2008

camion viola red de transito pesado

Camión de 3 ejes en infracción, en avenida Garay y Paseo Colón.. Sólo pueden circular por la Red de Tránsito Pesado

La expresión nudo gordiano procede de una leyenda según la cual un campesino de Gordión (actual Anatolia) llevaba sus bueyes atados al yugo con unas cuerdas anudadas de modo tan complicado que era imposible desatarlas. Según las tradiciones, quien consiguiera desatar el nudo gordiano podría conquistar Oriente. Cuando Alejandro Magno se dirigía a conquistar el Imperio Persa, en el 333 a.C., se enfrentó al dilema de desatar el nudo. Solucionó el problema cortándolo con su espada.

Desde entonces la expresión “nudo gordiano” resultó asociada a un problema de difícil solución, pero también a una audaz forma de resolverlo. La noche en que Alejandro cortó el nudo hubo una tormenta de rayos, simbolizando, según el propio Alejandro, que Zeus estaba de acuerdo con la solución, y dijo: «es lo mismo cortarlo que desatarlo».

Otro enfoque postula, en cambio, que desatar un nudo gordiano es la forma correcta de resolver el problema –la que denominan solución incruenta– y cortarlo, la solución cruenta.

Podemos estar de acuerdo en que el tránsito pesado –y en general el transporte vehicular en la Ciudad de Buenos Aires–plantea un dilema del tipo nudo gordiano. La pregunta es ¿Se puede resolverlo sin lesionar intereses? ¿O sólo existen soluciones cruentas, en la que algunos inexorablemente se perjudican?

La respuesta corta a esta última pregunta es si: respecto al transporte pesado, al menos por ahora no hay a la vista una respuesta que satisfaga a todos. Esto es así debido a una desafortunada circunstancia: la Ciudad de Buenos Aires se desarrolló alrededor de un puerto, al puerto entran y salen mercaderías –cada vez más debido al auge del comercio internacional y al repunte económico del país– y el 90% de esas mercaderías se traen y llevan en camiones, cuya circulación en la Ciudad se duplicó en los últimos cinco años. La mayoría son grandes vehículos de más de 12 toneladas de carga –con tres ejes para soportar el tamaño y peso de los contenedores que transportan– o bien camiones con acoplados. Se estima que unas 50 mil unidades de tales características cruzan la ciudad diariamente.

Hasta tanto no se construya la autopista ribereña (si alguna vez se construye) los grandes camiones circularán por ciertas calles de la Ciudad. En teoría, hay otra solución: el puerto de aguas profundas en la costa bonaerense, pero de eso hace mucho que no se habla.

Los vecinos padecen las consecuencias

Si Ud. estimado/a vecino/a habita específicamente en ciertas zonas de San Telmo, Boca, Barracas, Parque Patricios o Pompeya tiene una probabilidad de ““x”” sobre ““n””, de dormir mal, no poder escuchar radio o televisión en verano con las ventanas abiertas, pagar arreglos por rajaduras en sus paredes, roturas de vidrios, etc. etc.

No conocemos “x” –cantidad de vecinos afectados– ni tampoco “n” , el número total de vecinos en calles por donde transitan los camiones, por lo cual no podemos saber si el 1% o el 30% del total de habitantes de nuestros barrios del Sur sufren el ruido y las vibraciones del transporte pesado frente a sus viviendas. Pero no es una cuestión de aritmética o estadística, sino de sentido común: no tendría por qué haber un solo damnificado impunemente por acciones de otros.

A esa realidad caótica e injusta se la ha procurado remediar parcialmente. La ley 2362 sancionada por la Legislatura porteña en julio de 2007 –y promulgada por el Poder Ejecutivo de la Ciudad ese mismo mes– deshabilitó la mayor parte de los recorridos de camiones de más de 12 toneladas por calles de La Boca, Barracas y San Telmo, permitidos hasta entonces por la vigencia de la ley 216 de 1999. Esto debía aliviar los padecimientos de una buena cantidad de vecinos. Sin embargo, la ley no se cumple en su totalidad por fallas en los controles a cargo de la seccionales policiales de la zona y por inexistencia de cartelería adecuada. Esto último, muestra una gran morosidad de las áreas responsables del Gobierno de la Ciudad, habida cuenta que la ley fue sancionada en julio del año pasado.

En diálogo con La Urdimbre una fuente de la Dirección de Tránsito explicó que los carteles existen en el perímetro que delimita el área prohibida. Con todo, accedieron a colocar algunos en ciertos puntos de calles interiores por los reclamos vecinales. Sin embargo, la red de tránsito pesado real, tiene una malla tan amplia que miles de vehículos se cuelan por sus intersticios para aumentar los padecimientos de la gente de los barrios del Sur.

Los corredores habilitados por la ley 2362

Esta es la lista completa de calles y avenidas, o tramos de las mismas afectadas, en la Comuna 4 (La Boca, Barracas, Parque Patricios y Pompeya) a la Red de Tránsito Pesado:

•25 DE MAYO, Autopista AU1
•27 DE FEBRERO, Av. (e) Av. Gral. Paz – Av. Sáenz
•9 DE JULIO SUR, Autopista AV1
•ALCORTA, AMANCIO, Av. (e) Brandsen – Av. Sáenz
•AUSTRALIA, Av. (e) Av. Vélez Sarsfield – Av. Pinedo
•BRANDSEN (e) Av. Gral. Hornos – Av. Amancio Alcorta
•CALIFORNIA (e) Av. Vieytes – Av. Don Pedro de Mendoza
•DON PEDRO DE MENDOZA, Av. (e) California – Av. Vieytes
•HERRERA (e) Brandsen – Av. Don Pedro de Mendoza
•HORNOS, GENERAL (e) Río Cuarto – Brandsen
•HUERGO, INGENIERO, Av. (e) Av. La Rábida – Av. Brasil
•IRIARTE (e) Av. Vieytes – General Hornos
•IRIARTE Av. (e) Av. Amancio Alcorta – Av. Vélez Sarsfield
•LAFAYETTE (e) Av. Amancio Alcorta – Av. Suárez
•LAFAYETTE (e) Av. Iriarte – Río Cuarto
•LAFUENTE (e) Av. San Pedrito – Av. Perito Moreno
•LUJAN (e) Av. Vélez Sarsfield – Herrera
•MADERO, EDUARDO, Av. (e) San Martín – Av. La Rábida
•MIRAVÉ (e) Av. Amancio Alcorta – Lafayette
•PERDRIEL (e) Av. Suárez – Brandsen
•PINEDO, Av. (e) Av. Australia-Av. Suárez QUINQUELA MARTÍN, BENITO (e) Av. Pinedo – Av. Vieytes
•RAWSON DE DELLEPIANE, Elvira (e) Av. lng. Huergo – Av. Calabria
•REGIMIENTO DE PATRICIOS, Av. (e) California – Av. Don Pedro de Mendoza
•ROMERO (e) Av. Amancio Alcorta – Beazley
•SAENZ, Av. (e) Beazley – Av. 27 de Febrero
•SAN MARTÍN (e) Av. Antártida Argentina – Av. Eduardo Madero
•SUÁREZ, Av. (e) Lafayette – General Hornos
•VELEZ SARSFIELD, Av. (e) Av. Amancio Alcorta – Riachuelo
•VIEYTES, Av. (e) Av. Suárez – Av. Don Pedro de Mendoza

La ley que fija la Red de Tránsito Pesado permite que los camiones de 12 o más toneladas ingresen a calles y avenidas de la Ciudad siempre y cuando los conductores estén munidos de los remitos que acrediten la entrega o retiro de los depósitos de la zona. Dice la ley que “podrán circular por las restantes arterias de la Ciudad, únicamente con el objeto de llegar a su destino y regresar, accediendo y retornando por el itinerario más corto desde y hasta la Red de Tránsito Pesado”. Como puede verse los legisladores delegan la determinación del recorrido más corto en la autoridad de aplicación o sea el vigilante de la esquina, que será el encargado de decidir si labra o no la infracción. Ese es un punto sumamente débil de la ley pero es un tema menor –puesto en perspectiva– frente al caótico estado actual de la Red.

Zonas de conflicto

Los llamados y mails recibidos tras el anuncio de que en esta edición de La Urdimbre íbamos a abordar el tema que ahora nos ocupa, nos han permitido determinar en qué arterias se viola abiertamente la legislación vigente. La investigación realizada luego por La Urdimbre arroja, en principio, un resultado sorprendente: si los funcionarios de la Dirección de Tránsito y de la Dirección de transporte del Gobierno de la Ciudad se abocaran a hacer cumplir la ley, hay tres zonas –a las que hemos denominado “Puntos neurálgicos de intervención”– en las que deben colocar carteles señalando la dirección obligatoria. Ese sólo recurso solucionaría el 80% de los problemas actuales, en la zona de la Ciudad de mayor circulación de camiones pesados.

Punto neurálgico I: Av. Huergo y Av. Brasil 
"plano transito pesado La Bocas I
Los camiones pueden circular por ciertas avenidas hacia y desde el Puerto y desde allí a localidades del interior o depósitos de mercaderías en la Ciudad, la mayoría de los cuales están en La Boca, Barracas, Parque Patricios y Pompeya. El principal flujo, por lo tanto, se registra a lo largo de Madero y Huergo, las avenidas de doble mano habilitadas para entrar y salir del Puerto de Buenos Aires.

Los vehículos que salen del Puerto hacia el Sur están obligados a subir a la autopista 25 de Mayo al final de la avenida Huergo y los que van hacia el Puerto deben acceder a Huergo por la bajada de la misma autopista.

Por lo tanto, los camiones que salen del Puerto y llegan a la altura de Av. San Juan por Av. Ing. Huergo tienen por ley dos posibilidades: subir a la autopista AU1 o doblar a la izquierda 200 m. más adelante si van a acceder a la zona portuaria de la isla Demarchi, frente a Puerto Madero. Superada esa altura de la Av. Huergo, sólo pueden subir a la autopista Buenos Aires-La Plata. Sin embargo, la enorme mayoría ingresan en zona prohibida por ley, que aun no está señalizada. Cientos y cientos de camiones de más de 12 Tn. irrumpen de este modo en La Boca por la avenida Pedro de Mendoza. En diálogo con La Urdimbre, el Arq. Bayá de la Dirección de Tránsito, aseguró que están en proceso de elaboración los carteles que señalarán la prohibición de transitar Pedro de Mendoza, en Brasil y Huergo.Sin embargo, una desafortunada iniciativa del Ing. Oscar Fariña, director General de Tránsito, intenta legislar contra la ley 2362, habilitando esa arteria y varias más de La Boca. O sea, se pretende naturalizar una situación de hecho, a la que se llega porque el Gobierno de la Ciudad no hace cumplir la ley.

Punto neurálgico II: Distribuidor de tránsito en Brandsen y Av. Alte. Brown. Acceso al puente Avellaneda
plano transito pesado La Bocas IILos camiones que provienen del Puerto y no subieron a la AU1 a la altura de Huergo y San Juan –como se explicó en el punto anterior– no puede doblar por Garay y deben seguir hacia la autopista Buenos Aires-La Plata. Al no estar señalizado el lugar, prosiguen hacia Pedro de Mendoza y buena parte de ellos se dirigen al distribuidor de tránsito de Brandsen y Alte. Brown para salir a provincia por el Puente Nicolás Avellaneda. Para ello deben invadir varias calles de La Boca. Esos recorridos aparecen en el plano del Punto Neurálgico II. Tanto los tramos punteados como rayados que allí se muestran están prohibidos, pero los tramos rayados dejarían de serlo si la incomprensible iniciativa del Director General de Tránsito tiene éxito.

He aquí los principales puntos de la nota, dirigida por el Ing. Fariña a su par, el Director General de Transporte:
En síntesis, la nota parece decir “no nos hemos ocupado de impedir que los camiones circulen por donde no deben. Ahora legalicémoslos, aunque para ello tengamos que recurrir a un artilugio ilegal, como es el de modificar una ley mediante una resolución de un Director del Poder Ejecutivo de la Ciudad”.
El director de Tránsito recurre así a la “solución alejandrina”. Si la solución a un problema resulta trabajosa, cortemos por lo sano. Total da lo mismo: yo no vivo en La Boca.

Resulta evidente que el problema tiene una solución racional. Si un camionero tiene que ir del Puerto a la Ciudad de Avellaneda no podrá hacerlo a través de La Boca: tiene que subir en el bajo a la AU1, la autopista 25 de Mayo, y seguir hacia el Sur por la autopista 9 de Julio. Con respecto a los camiones que vienen de Avellaneda a través del puente homónimo, la solución es política: Tránsito o Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, deben ponerse de acuerdo con las respectivas autoridades de Avellaneda para poner carteles en esa localidad impidiendo el acceso al puente en dirección a la Capital y dirigiendo el tránsito hacia la autopista Buenos Aires-La Plata. El descenso de la misma en Puerto Madero conecta con Av. Huergo, arteria de circulación permitida, mientras que si el vehículo continua sobre la autopista conecta tanto con la AU1 como con la 9 de Julio Sur .

Punto neurálgico III: Av. Paseo Colón y Garay
plano transito pesado La Bocas III
Los camiones de más de 12 Tn. que salen de la Isla Demarchi, frente a Puerto Madero, por la Av. Elvira Rawson de Dellepiane (línea de puntos ) están habilitados a llegar hasta Garay y deben subir a la autopista (círculo blanco), pero la ley no dice cómo, ya que la prohibición arranca en Garay y Huergo y para acceder a la AU1 los vehículos deben trasponer ese límite y llegar a Paseo Colón hasta San Juan y allí doblar a la derecha al acceso a la autopista. En los hechos, eso es lo que hacen hoy día la mayor parte de los camiones que salen por Elvira Rawson de Dellepiane.

Otros en cambio doblan a la izquierda por Paseo Colón e ingresan a la avenida Patricios por Martín García, un sector prohibido. Esta situación –no contemplada en la ley– podría ser remediada por una gestión de nuestro medio, a raíz de las quejas de vecinos de la zona. El Arquitecto Bayá de la Dirección de Tránsito nos anunció haber pedido se emita la Resolución respectiva, tras lo cual hará confeccionar los carteles con indicación de “Dirección obligatoria a la AU1”. El lunes 9 de junio fueron colocados los carteles que prohiben la subida por Av. Garay en la intersección de esa arteria con Paseo Colón, con total acatamiento por parte de los camioneros. Sin embargo, al no estar señalizada la prohibición de giro a la izquierda, muchos toman la ruta Av. Martín García, Av. Patricios hacia Barracas.

Una vez que se solucione el problema transitorio en la confluencia de las autopistas AU1 y 9 de julio, clausurada por los recurrentes accidentes con vuelco de mercaderías mal estibadas que cayeron a la Av. 9 de Julio, se podrá restablecer el circuito normal. Superado ese inconveniente y con toda la cartelería en su lugar, los camioneros tendrán una indicación clara acerca de cómo acceder a la autopista, no seguir por la avenida Garay al llegar desde el bajo a Paseo Colón (ya no lo hacen por los carteles en el lugar) y no doblar hacia el Sur por Paseo Colón, Martín García y Patricios, salvo que el conductor pueda demostrar que lleva mercaderías a un depósito de Barracas.

Vale la pena destacar aquí que la habilitación de esos 500 metros para el acceso a la AU1 desde Garay y Huergo, no chocaría con la opinión contraria de ningún legislador que haya votado la ley 2362. No sólo no cambia el espíritu y la letra de la ley como lo hace la iniciativa discutida en el punto anterior, sino que viene a remediar una clara falencia. Los camiones que salen de Puerto Madero no tienen cómo respetar a pie juntillas la ley en ese punto, a menos que al salir de E. Rawson de Dellepiane se dirigieran a Retiro por Huergo- Madero, retomando allí Madero-Huergo para recién poder acceder a la AU1, un trayecto adicional de alrededor de 6 km., algo fuera de toda lógica.

Epílogo

Para finalizar queremos aclarar que todo lo expuesto es el producto de una labor amateur y como tal puede contener errores de apreciación que los expertos en el tema podrán refutar. No obstante, el sentido común parece indicar que el tránsito de camiones puede ordenarse con el simple recurso de colocar señales claras en los lugares donde faltan y consensuar con otros actores medidas adicionales que permitan cumplir con la ley. Propuestas de legitimar su violación, como la antes comentada, sólo generarán nuevos problemas.

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