Los loquitos del tren de Río Seco

Pasajeros abordan el trencito en Embarcación, Salta

Por Jorge de Mendonca

Dos obreros ferroviarios cuidaron con celo un coche motor haciéndolo funcionar unos metros cada semana para que no se deteriorara y lo mantuvieron en un galpón olvidado. Hicieron andar el tren para salvar el río que dejó aisladas a miles de familias y comercios en el noroeste salteño.

Hoy, por los aluviones de los ríos, es noticia por unos días el Noreste de Salta, como lo fue hace 15 años por las rebeliones que causaron los despidos de YPF, cómo hace un par de años por el desmonte de los bosques naturales de la Yungas.

Noticia siempre que haya desastres imposibles de desconocer. Así es nuestra realidad, nada se sabe hasta que todo es un desastre.

¿Alguien se pregunta de dónde salió el trencito (en realidad, coche motor de un solo cuerpo), que atendió a miles de almas para pasar de un lado al otro del Río Seco en la zona de Embarcación, provincia de Salta?.

La Ruta se cortó y todo quedó aislado entre los pueblos. Como siempre. Como tantas veces como siempre.

¿Porqué se cayó el puente carretero y no el ferroviario? ¿Porqué tantos puentes carreteros se caen y los ferroviarios no siempre colapsan, salvo cuando el abandono del mantenimiento lo provoca?

¿Será porque aquellos capataces e ingenieros sabían decir no a todo lo que la burocracia y los “ahorradores” querían hacer mal?

Pero la historia central de esta carta no es la del puente, sino la de los dos ferroviarios que burlaron con valentía la chatarreada que Buenos Aries hizo de todos los materiales ferroviarios que no entregó a los concesionarios.

Esos dos ferroviarios cuidaron con celo el coche motor (y creo que hay otro), haciéndolo funcionar unos metros cada semana para que no se deteriorara y lo mantuvieron en un galpón olvidado de, creo, la estación Embarcación.

Hoy, los burócratas casi meten preso a los que hicieron andar el tren para salvar el río que dejó aisladas a miles de familias y comercios. Hoy, como en Navarro hace tres años, los burócratas que siguieron cumpliendo con el mandato del desguace ferroviario iniciado en la Libertadora del 55 quisieron meter presos a los que salvaron a las personas con el tren.

Pero, tenemos que tener bien en claro que, EL PRIMER DELITO ES HABER DEJADO A LOS PUEBLOS SIN TRANSPORTE, y a eso no lo hicieron ni los intendentes zonales, ni los dos ferroviarios ni los piqueteros de General Mosconi

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